Es una técnica que permite mejorar la calidad de vida del paciente. Consiste en la interacción que tienen los delfines, narices de botella con los niños, quienes padecen serios problemas de salud, enfermedades crónicas y de carácter psicológico y la ayuda de un terapeuta. Además, esta terapia es usada en niños con trastornos nerviosos, déficit de atención con hiperactividad, Síndrome de Down, autismo, problemas motores, auditivos y de lenguaje.
Se utiliza también en personas con epilepsia, depresión, ansiedad y estrés, personas que están superando problemas de drogas o trastornos de anorexia, bulimia.
Mejora las secuelas del infarto cerebral ( muerte del tejido cerebral) y traumatismo craneoencefálico (golpes por accidente).
La delfinoterapia tiene su origen en investigaciones de especialistas ingleses que hacían que los niños con parálisis jugaran con los delfines y anotaban los avances que obtenían. Luego, científicos norteamericanos como Jhon Lilly siguió con las investigaciones enfocándola en las mejoras observadas en el lenguaje, estado de ánimo y movimiento.
El científico Cole enfoca su investigación al sonido del delfín otorgándole propiedades curativas sobre el sistema nervioso central del paciente que lo estimula a través de las frecuencias ultrasónicas que son emitidos por estos animales.
Australia es uno de los países más avanzados en terapias con delfines aplicada a niños con afecciones psíquicas.
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