Las personas que consumen desayuno tienen reserva hasta la hora del almuerzo y no se encuentran tan hambrientas. Un desayuno será apetitoso si se consideran los gustos de cada persona, así invitará a ser consumido cada mañana.
Por otro lado, el desayuno debe ser equilibrado, es decir, el aporte de energía debe ser en la siguiente proporción: 50 - 60% de carbohidratos, 10-20% de proteínas y 20% de lípidos.
El consumo de desayuno es consumido con menos frecuencia entre los jóvenes. Este mal hábito se debe al poco tiempo que se le asigna a esta actividad.
Es importante que los adolescentes desayunen puesto que se encuentran en una etapa de crecimiento. Las mujeres jóvenes comienzan a menstruar y por lo tanto necesitan buenas reservas de hierro y el consumo de calcio previene la osteoporosis en etapas posteriores de su desarrollo.
Dentro de los alimentos que producen calcio se encuentran la leche, queso y el yogurt. El hierro lo podemos encontrar en las lentejas.
Según las últimas investigaciones, se ha determinado que las mujeres que consumen cereal están cubriendo sus necesidades de hierro, ácido fólico y vitaminas.
El desayuno es una fuente de energía que permite recordar con mayor facilidad la información. Según unos estudios realizados en Israel, se concluyó que los estudiantes que consumieron desayunos antes de la prueba obtuvieron mejores resultados que aquellos que no consumieron desayuno.
Fuente: Dieta y Salud Kellog´s
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